En el desarrollo de esta investigación me encontré con un autor para mi impresionante y sumamente conocedor de los juegos, Roger Caillois, si bien comparte algunas cuestiones con Huizinga, en algunas otras difiere. Me resulto muy interesante la forma en que articula su libro “Los juegos y los hombres, la máscara y el vértigo”, el comienza con una introducción acerca de la multiplicidad y variedad de juegos y en ella rescato una frase muy interesante “el juego evoca una actividad sin apremios, pero también sin consecuencias para la vida real… En efecto no produce nada; ni bienes ni obras.” Cuando la leí por primera ve3z me resulto hasta chocante, porque pareciera desprestigiar al juego y quitarle todas las características que lo enriquecen y lo hace una actividad importante en la vida de los hombres, en la sociedad, en la cultura. Por otro lado el explica que hay diferentes empleos de la palabra juego y por lo tanto considera conveniente analizar las ideas implícitas que se repiten en la idea de juego. Es decir el realiza un análisis sumamente interesante, completo y de fuerte contenido histórico acerca del juego y además retoma, por así decirlo lo que Huizinga se ha planteado, en particular, “si el juego es verdaderamente un resorte principal de la civilización, no puede ser que sus significados secundarios no resulten instructivos.” Luego de esta hipótesis, comienza con su desarrollo sobre la palabra juego, sus diferentes acepciones, lo que designa, sus elementos, entre otras. De las cuales, una me resulto simple y a la vez atractiva: “La palabra juego combina entonces las ideas de límites, de libertad y de invención.” Para Caillois el juego aparece como una idea singularmente compleja que asocia un estado de hecho, un elemento favorable o miserable, en que el azares rey y que el jugador hereda para bien o para mal, sin poder hacer nada al respecto, una aptitud para sacar el mejor partido de esos recursos desiguales…… En fin para él todo juego es un sistema de reglas, estas definen lo que es o no es juego, es decir lo permitido y lo prohibido. Como se sabe casi todos los juegos tienen sus reglas, desde los más complejos hasta los más sencillos, pero también hay otros que no implican reglas. En esta introducción que Caillois hace de los juegos advierte de una manera lo que desarrolla en su capítulo sobre la clasificación y menciona un aspecto que me resulto muy interesante sobre los juegos en general “cada juego refuerza y agudiza determinada capacidad física e intelectual.” Si se analiza esta frase se puede notar fácilmente el alcance que logran tener los juegos, sin entrar en un tipo de juego en particular, con ello se puede pensar en la variedad de funciones que tienen los juegos, lo que genera en el/los jugadores y muchas otras consideraciones que se van descubriendo a lo largo de este análisis sobre el trabajo de Caillois, en el cual también aparecen diferentes autores, ;algunos especialistas en el juego y en otras disciplinas que lo incorporan o en las que nace y participa; como así también autores que tratan el tema del juego.
En una primera parte de su trabajo Caillois se mete de lleno en la definición del juego, citando como primera medida a Huizinga y analizando su “definición formal del juego”, en el cual expone, el gran valor de la misma, sus concordancias con él como sus contrariedades, asi como también lo que esta excluye; los juegos de azar; es decir unos de los tipos de juegos que el mismo Caillois incluye en su clasificación y al cual le da su merecida importancia como se puede observar a lo largo de su obra. Por otra parte menciona el hecho de jugar, en el cual la libertad, es decir la actividad libre y voluntaria como fuente de alegría y de diversión es un factor sumamente importante y en cierta manera define lo que es una juego, para él un juego en que el alguien estuviera obligado a participar dejaría de ser un juego, perdería una de sus características fundamentales, el hecho de que el jugador se entregue a él espontáneamente. Al hablar del hecho de jugar menciona la definición de Valery saobre el juego: “Es aquello donde el hastío puede desligar lo que se había ligado el entusiamo”. Esta definición a mi parecer algo rebuscada y poco entendible, es muy bien descripta por el autor, para quien “el juego sólo existe cuando los jugadores tienen ganas de jugar y juegan, así fuera el juego más absorbente y agotador, con intención de divertirse y de escapar de sus preocupaciones, es decir para apartarse del vida corriente”. Con esta mención se podría pensar que el juego, por si mismo es una manera de apartarse de la vida cotidiana, es una distracción, un entretenimiento, en este sentido parece apuntar a un aspecto básico del juego en general, ya que si pensamos y analizamos diferentes juegos y sus objetivos y funciones podríamos considerar que esta definición del juego es algo simplista y no contiene los aspectos más importantes del juego a mi entender.
Una de las explicaciones que realmente me convenció sobre el juego y que siempre me pregunte es ¿en qué consiste? Para Caillois el juego consiste en la necesidad de encontrar, de inventar, inmediatamente una respuesta que es libre dentro de los límites de las reglas. Luego de analizar la palabra juego, dar definiciones de otros autores y de diversas observaciones Caillois realiza su propia define el juego como una actividad:
1. Libre: a la cual el jugador no podría estar obligado.
2. Separada: circunscripta en límites de espacio y de tiempo precisos y determinados por anticipado.
3. Incierta: cuyo desarrollo no podría estar predeterminado ni el resultado dado de antemano.
4. Improductiva: por no crear ni bienes, ni riqueza, ni tampoco elemento nuevo de ninguna especie; y salvo desplazamiento de propiedad en el seno del círculo de los jugadores, porque se llega a una situación idéntica a la del principio de la partida.
5. Reglamentada: sometida a convenciones que suspenden las leyes ordinarias e instauran momentáneamente una nueva legislación, que es la única que cuenta
6. Ficticia: acompañada de una conciencia especifica de realidad secundaria o de franca irrealidad en comparación con la vida corriente.
Al respecto Caillois explicita que todas las cualidades de esta definición son puramente formales y no prejuzgan sobre el contenido de los juegos.
A pesar de esta última explicitación, por mi parte no comparto y no creo del todo que el juego en sí sea una actividad improductiva desde el punto de vista formal. A mi criterio sea el juego que sea, algo produce en una persona, en el jugador, tiene un sentido, un efecto.
Siguiendo con el desarrollo de su obra, no podría faltar una clasificación de juegos, que partiendo de la multiplicad y la variedad que como él mismo menciona es infinita, resulta difícil poder realizar un principio de clasificación que permita distribuirlos a todos en distintas categorías bien definidas. Y para fundamentar esto explicita que pueden existir diversos criterios de distribución, como así también que influye la cantidad de jugadores. Por otra parte menciona que dependiendo el juego se pueden movilizar diversas cualidades a la vez o ninguna. También cabe mencionar que hay dos aspectos importantes del juego que pueden intervenir en su clasificación, es decir, el tiempo y el espacio.
De todas las posibilidades existentes, Caillois propone una división en cuatro secciones principales, según que, en los juegos considerados, predomine el papel de la competencia, del azar, del simulacro o del vértigo. A estas las llama respectivamente Agon, Alea, Mimicry e Ilinx, señalando que todas pertenecen al terreno de los juegos y explicándolas con ejemplos de los mismos. A su vez advierte que esas designaciones no cubren todo el universo de los juegos, los delimitan en sectores que reúnen juegos de la misma especie, pero dentro de esos sectores, los distintos juegos se escalonan en el mismo orden, con lo cual, al mismo tiempo se los puede situar entre dos polos opuestos que él designa con los nombres de ludus y paidia. Por supuesto ofrece una explicación de cada una y manifiesta su intención de resaltar su parentesco fundamental al realizar la distinción de los juegos. Seguidamente realiza una descripción de las categorías fundamentales del Agon, Alea, Mimicry Ilinx, a fin de lograr entender claramente cada uno de ellos, para lo cual también se vale de diversos autores, entre ellos K. Groos. En este apartado presenta un cuadro llamado “Distribución de los juegos”, que se presenta como una especie de síntesis explicativa de la clasificación ante mencionada. Hasta aquí podemos observar la complejidad de la temática de los juegos y la importancia de su obra para aquellos que estamos investigando el juego en cualquiera de sus aspectos. Con este libro se nos generan un montón de preguntas y a su vez vamos encontrando las respuestas, de alguna manera nos va guiando en el camino de la investigación para saber por donde queremos y podemos seguir, que conceptos podemos utilizar y cuáles no, que autores es necesario ver, entre otras consideraciones a tener en cuenta.
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