lunes, 27 de junio de 2011

Revisando “Jugar es un acto político” de Aída Reboredo

A esta altura de la investigación, cuando estaba medio cerrando el tema del juego me encontré con este libro que me habían recomendado hace un tiempo pero que no había podido conseguir.  Básicamente podría decirse que devela cosas muy importantes acerca del juego sobre todo como elemento esencial para crecer con autonomía y sobre el juguete como instrumento de aprendizaje, que es el tema que más me evoca. En lo que respecta a estas cuestiones se menciona que “los sistemas educativos  y de comunicación masiva” en ciertas sociedades es como que nos van haciend0o mas civilizados para consumir y más inútiles para producir. Esto se relaciona ampliamente con el hecho de que desde la infancia nos van introduciendo y nos van formando en una actitud consumista.  La televisión sobre todo fomenta sobre todo la compra y el consumo de los juguetes desde los más pequeños. En este sentido el juguete se ve industrializado, hecho para el consumismo.
En la breve introducción de este libro se habla de que es ludismo es un lenguaje perdido, por la misma razón que antes mencioné, el juego se ha convertido en una actividad mediatizada por el juguete industrial. En muchas sociedades la trasformación la forma de pensar, las necesidades tecnológicas, el urbanismo, entre otras cosas hace que el especio lúdico quede eliminado de las ciudades. El juego colectivo es como  que “va siendo desplazado por formas individuales que tienen como eje el juguete industrial”. El juguete industrial pasa a tener un número importante de características como ser, es un parasistema del mundo real, se centra en la reproducción, imita casi a la perfección las figuras del mundo real. Los juguetes que antes eran los más clásicos y destacados son reemplazados por asi descrilo por otros más sofisticados o modernos, por ejemplo, la clásica granja de animalitos es desplazada por la estación de servicio con autitos.
En este libro además de rescatar la importancia de los estudios clásicos como  Huizinga, Caillois y Piaget entre otros, se hace referencia a la falta de recopilación y estudios bibliográficos del juego dentro de un espacio sociopolítico. Precisamente a esta carencia apunta este libro y sobre todo a explicar y destacar que Jugar es un acto político.
Resulta fundamental la explicación de lo que son los juguetes industriales  ante todo: son todos aquellos productos de las culturas dominantes, que al parecer no son las creaciones del tercer mundo, es en el verdadero sentido del término,  una creación imperialista.
En lo que respecta al juego relacionado con la realidad, también pone en evidencia que puede evadirse de la misma y convertirse en visionario, ya que plantea que “jugar es ante todo imaginar”. También  menciona el hecho de que los juegos son espejo de la sociedad, es decir de esto se desprende que cada colectividad produce los juguetes que le permite y le impone su aspecto cultural.
Uno de los aspectos que más trata este libro es el tema de que la importancia del juego con o sin el apoyo de juguetes carece de un estudio sociopolítico y para fundamentar esto realizar un comienza con el apoyo de varios autores que va citando a lo largo del mismo.

1 comentario:

  1. Hola! muy interesante. gracias por compartir. estoy buscando el libro “Jugar es un acto político” de Aída Reboredo, alguna sugerencia donde lo pueda conseguir? gracias! saludos

    ResponderEliminar